Article réservé aux abonnés
En 2015, la Dirección General de Alimentación (DGAL), la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF) y la Dirección General de Sanidad (DGS) solicitaron a la ANSES el siguiente peritaje: "optimización de los planes de vigilancia y de control oficial de la contaminación química de los productos alimenticios en todas las etapas de la cadena alimentaria (con exclusión de la alimentación animal y el agua)". Acaba de publicar su opinión a finales de diciembre.
En lo que respecta a los pares regulados, las recomendaciones muestran que el sistema de vigilancia actual es pertinente y está bien adaptado a las cuestiones sanitarias y reglamentarias en el 74,3%, es decir, casi 3/4 de las situaciones examinadas. Es necesario reforzar un 16,8% de los casos, en particular para los productos identificados como no conformes en relación con su contenido reglamentario (13,3%). La pertinencia del mantenimiento de los reglamentos debería examinarse en el 8,8% de los casos.
Se recomienda controlar las siguientes combinaciones de sustancia/matriz :
Se recomienda considerar la posibilidad de simplificar el sistema :
En lo que respecta a las parejas no reguladas, parece necesario considerar la posibilidad de reducir el dispositivo de vigilancia para 2/3 de las parejas afectadas. Por el contrario, se recomienda concentrar los esfuerzos en el 26,1% de las parejas no reguladas que son motivo de preocupación para la salud y para las que, por lo tanto, es necesario reforzar la vigilancia.
Se debe considerar una posible regulación para las siguientes parejas no reguladas :